Bajé la guardia. Ha sido cosa de unos meses, pero la bajé.
He aprendido a que no se puede hacer eso. El heteropatriarcado es perveso y, en
cuanto ve una rendija de vulnerabilidad, te coloca en su sitio. Así, llevo unos
meses, sin apenas vivir por el tema del trabajo y formación. Meses que han sido
de gran desgaste físico, psíquico y
emocional y falta de tiempo para mi autocuidado y el de la gente a la que
quiero. Tiempo en el que me he sentido sola, culpable y, en muchos momentos,
abusada. Sola porque no sé por qué no quiero ver a quién me valora y me
aprecia, me acompaña y me cuida. Culpable, porque no llego. Abusada porque me
han faltado llamadas, visitas, quedadas, momentos en los que hubiera un hola, ¿qué
tal? seguido de un silencio q demostrara que, de verdad, importaba yo, que la
gente no venía a mí solo por mi rol de cuidadora y a cuidarse. Sin casi tiempo,
las pocas conversaciones que he tenido de gente allegada han sido para pedirme que
les echara una mano o para contarme todas
sus historias, e incluso sus desgracias. Han asumido que yo soy
perfecta, que me va estupendo. Han puesto en mí un discurso que nada tiene que
ver conmigo y además, yo tengo que cumplirlo. Claro, ¡¡cómo no me quejo!! Y sí,
han abusado porque en esas conversaciones yo esperaba que también me dejaran un
espacio para mí, pero no lo ha habido. Ahora hay gente molesta porque yo me
rebelo ante el rol heteropatriarcal que no quiero que me impongan, ya que soy
yo quien debe elegir si, en ese momento, quiero asumirlo o no. También hay gente que sigue imponiendo
sus puntos de vista y se queda tan ancha,
pero yo pongo límites, no puedo permitir este desgaste. Sin embargo, otra
gente me ha guiñado el ojo porque sé que se ha dado cuenta y me ha tendido su
mano. Yo soy persona y también requiero de unos cuidados.
Afortunadamente, si abro bien los ojos, descubro que a mi
alrededor hay otra mucha gente que me aporta calor y que me brinda cuidados,
sonrisas, charlas, regañinas, abrazos, silencios… y esos ¿qué tal? que tanto he
añorado.
6 comentarios :
A veces nos pasa, y es complejo darse cuenta...la corriente te lleva y el rol asignado nos cala tanto que incluso perdemos nuestra propia identidad. Es lógico que te sientas así...pero tienes buenas bases para protegerte de la perversidad patriarcal y ser tú misma, y pensar en tí¡ Animo corazón ¡ a mi me ha pasado algo similar estos dos meses en el curro, pero por otros motivos menos patriarcales ¡
¡Enhorabuena! Desde Entregrietas hemos decidido concederte la distinción Liebster Award. Más información en esta entrada: http://entregrietas.wordpress.com/2013/11/07/premio-liebster-award-para-entregrietas/
Querida Gema, gracias por el apoyo que siempre me muestras. Y, a Entregrietas... gracias!!! Qué emoción!
Gracias por mostrar cómo TodAs nos agotamos, y a Gema por la lección de auto-compasión, que a sus dosis en nuestra pelea diaria aun es necesaria. En sororidad un abrazo
Gracias por estar ahí. Es como un abrazo en estos dias difíciles. Viva la sororidad!
La cosa es que me ha borrado todo al entrar así que resumo, y rezumo cabreo Jeje
Erika, rezumo: que el cabreo no te agote, ni te detenga... somos batallón y estamos contigo. Viva la sororidad!!
Publicar un comentario
La editora no se hace responsable de los comentarios vertidos por terceras personas. No se permitirán comentarios ofensivos. Se pide el máximo respeto.