En determinados momentos, el sistema heteropatriarcal, a través de tu familia, el mercado laboral, tus amistades, pareja... reduce y minimiza tus posibilidades. Te infravalora tanto que te hace sentir tan pequeña que es difícil ver el final del túnel.
En mi caso, yo debería ser más lista. Varias veces he vivido momentos como el que describo, pero hasta que no me veo en las útlimas, no reconozco lo que pasa. Así que me prometo anotar los síntomas, estar pendiente y paralizar el dolor antes e incluso no dejarlo entrar en mi vida.
Así, justo ante los primeros indicios, saltará mi yo, me reconoceré como persona y sacaré a la luz todas esas facetas por las que me quiero. Me cuidaré y respetaré. Así nadie, ni nada podrá hacerme daño. Sólo en este punto, es cuando me doy cuenta de lo fuerte y luchadora que soy y de lo mucho que me quiero. Sólo en este momento, me doy cuenta de que el mundo es mío, igual que es de todas las personas.
En mi caso, yo debería ser más lista. Varias veces he vivido momentos como el que describo, pero hasta que no me veo en las útlimas, no reconozco lo que pasa. Así que me prometo anotar los síntomas, estar pendiente y paralizar el dolor antes e incluso no dejarlo entrar en mi vida.
Así, justo ante los primeros indicios, saltará mi yo, me reconoceré como persona y sacaré a la luz todas esas facetas por las que me quiero. Me cuidaré y respetaré. Así nadie, ni nada podrá hacerme daño. Sólo en este punto, es cuando me doy cuenta de lo fuerte y luchadora que soy y de lo mucho que me quiero. Sólo en este momento, me doy cuenta de que el mundo es mío, igual que es de todas las personas.