Una forma de hacer daño

He descubierto que hay gente que padece de una incapacidad mental que se traduce en una actitud verborreica cargada de superficialidades populistas que no tienen ningún rigor, más que el sentido de demostrar su autoridad sobre las demás personas. No es extraño encontrar en la vida, gente con poca cultura que ha salido del paso aprendiéndose guiones hechos y que son incapaces de poder mantenerlos cuando se abre un debate; aunque esta gente suele llegar a argumentos tan válidos y fiables como esto es así, porque sí, porque yo lo digo y por mis cojones.

El problema de estas personas es llegar a puestos de relevancia en los que se toman decisiones. En un país donde se prima que tengas bastante poca cultura para ser lo más manipulable posible, encontramos a gente con incapacidad mental y verborrea en todos los ámbitos, incluida la política. Así, hemos tenido el desagrado de escuchar los comentarios de un diputado sobre violencia machista arremetiendo sobre las víctimas, culpabilizándolas, infravalorando a las mujeres que han muerto por esta lacra social, a las que la siguen sufriendo, a menores que la padecen y han padecido, a una sociedad que se rebela contra este terrorismo de género y dejando a la justicia por los suelos, entre otras cosas.

Evidentemente, este señor piensa tal cual se expresa, ejemplos de ello es que se negó a pagar la pensión de su descendencia, fue llevado a juicio por no reconocer su paternidad… que no son más que muestras de violencia. Este señor no quiere dejar su actual puesto de trabajo, en el que con su actitud tan arrogante debe sentirse estupendamente, sino que solo es una muestra más de lo que su partido representa, si no, ya le habrían puesto de patitas en la calle. Evidentemente, su partido es neoliberal y el neoliberalismo no aboga por la igualdad, sino por una desigualdad de clase, género, raza… y, cuántas más diferencias, mejor.

Y, esto es lo que hay en esta nuestra política.