Siempre
suelo llegar unos minutillos antes de que empiece mi clase de natación y espero
sentada en una especie de banco mientras salen las clases anteriores. Donde me
pongo es donde suelen hacer la fila de salida de las y los peques, justo los y las que
tienen entre 5 y 7 años. Siempre suele ser la primera de la fila una niña con su bañador,
toalla y gorro rosas, igualitos que los que tienen la mayoría de las niñas.
Un
día, un niño fue el primero en ponerse en la fila. Como no suele hacerlo, no
sabía el lugar exacto en que suele iniciar la fila normalmente. La niña del bañador,
toalla y gorro rosas pasó por delante de él y se situó a tres pasos colocándose
la primera. Evidentemente, el niño protestó, la niña no le hizo mucho caso ya
que no estaba en el sitio idóneo. Así que el niño recurrió al profesor. Le dijo
que la niña se había colado. El profesor no le hizo mucho caso, pero el niño
protestó más enérgicamente ante el abuso de la niña. Y, la sorpresa fue la
reacción de las personas adultas:
El
profesor le respondió: no discutas con ella. Ellas siempre ganan, o ¿no es así?,
comentó mientras interpelaba a un señor
mayor que contestó: ¿qué me vas a decir? En mi casa son todo mujeres. A lo que
el profesor respondió: entonces tú lo sabes bien, y le dijo al niño: ya sabes
lo que pasa y le colocó el último de la fila. El niño se quedó perplejo ya que
se le habían colado, intentó defender sus derechos y, al final, se quedó el
último habiendo sido el primero. Para colmo, el hecho resultó gracioso a las
personas mayores que allí había. Este acto lo observó una profesora que venía
detrás y estaba al tanto de todo, se acercó al niño, le tocó la carita, y le
dijo: así es la guerra.
Desgraciadamente, no es el único ejemplo. Cuelgo un vídeo, bien cortito, para ver otra muestra.
1 comentarios :
la igualdad es linda, no se porque a casi nadie le agrada..
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