Amanece y, un día
más, me dispongo a realizar todos los quehaceres que me dispone el nuevo día.
Pasan las horas y, a duras penas, he sido consciente de mí y de mi cuerpo. Este
cuerpecito mío que, como dice Bebe, le he metido cañita. Mi cuerpo es huella de
mi vida y refleja en él cada una de las emociones y de los instantes que he
vivido. Sin embargo, no suelo percatarme de él, lo utilizo como instrumento.
Pero no es un instrumento cualquiera, es una parte de mí, es mi campo de
batalla. Las órdenes externas me dicen que lo cuide, es decir, que me eche
crema y me mantenga delgada. Las voces externas son tan superficiales… Esas
voces me quieren llevar a negar la experiencia de mi cuerpo y, hay veces, que
casi lo consiguen. Son tantos los días que dejo de prestarle atención y me
limito a echarme una crema…
Pero esas mismas voces, esas voces tan aparentemente
superficiales que me plantean que mi cuerpo es un instrumento, me dicen que no
es mío. Es suyo y a partir de él me y nos controlan. Me niegan que viva la
experiencia de mi cuerpo y ahora quieren negarme también que es mío, que soy
yo. Me gritan que no puedo decidir, que es algo inmoral y que lo van a
convertir en delito y, es que debemos ser solo inmorales las mujeres porque
este tipo de normas no se refieren al cuerpo de los hombres. Hablan de
nosotras, nos prohíben a nosotras, pero sin contar con nosotras.
Ahora me doy cuenta y me dispongo a escuchar mi cuerpo, se
queja de esas imposiciones externas, me pide que disfrute de él y que le dé el
valor que tiene. Mi cuerpo es mío y sobre él tengo capacidad de decidir y yo
decido escucharle, placerearle y asumir toda decisión que se refiera a él.
Sí, al aborto, sí, porque las mujeres no somos ciudadanas de
segunda, porque no podemos ceder la posesión de nuestros cuerpos, porque no
somos personas que requieren de la tutela del Estado, porque no somos víctimas. ¡Viva la lucha de las
mujeres!
0 comentarios :
Publicar un comentario
La editora no se hace responsable de los comentarios vertidos por terceras personas. No se permitirán comentarios ofensivos. Se pide el máximo respeto.