Hace poco, muy poco en realidad, he empezado a correr. Hoy
ha sido mi tercera carrera y, en realidad, la primera en plan a lo grande. Era
la carrera de la mujer. Me apunté vía internet y el viernes pasado fui a
recoger mi bolsa de la corredora a una feria que se han montado en torno a esta
carrera. Según llegamos, nos recibieron las personas que daban publicidad de
una revista de cotilleos. Yo estaba emocionada con la feria, creía que
encontraría un stand que me dijera que tipo de pisada tengo; pero no, eso no lo
había.
Fuimos a recoger el dorsal y la camiseta. El eslogan era muy
fuerte: Hoy ganan las chicas. ¿Hembrista o machista? No sé muy bien donde nos
sitúa, pero me molestó y enfadó. Cuán harta estoy de que se promueva
esa
lucha
entre personas que son de diferente sexo. Luego fui a recoger la bolsa de la
corredora. Allí, ya me aclararon que no era hembrista. Mi camiseta era
machista, muy machista. Entre las cositas que encontré en mi bolsa venía una
publicidad de aspiradores, una bolsa de las que se pliegan y puedes llevar en
el bolso para hacer la compra… Claro, que el año pasado debieron regalar un
tipo de gel para “nuestras zonas íntimas”, sí de esos que perjudican el ph. El
caso es controlar nuestros coños.
Todo esto podría estar genial, pero si te planteas que esos
regalos no suelen regalarse en ningún
acto deportivo, no sé, me viene a la cabeza la idea de que se regalaban porque
era un acto para mujeres y el mensaje de la publicidad estaba claro y el
mensaje de la camiseta era una sentencia.
No voy a negar que,
en la bolsa, venían también cosas acordes al running como una crema para el
sol, crema para dolores musculares, para prevenir ampollas, una revista sobre el deporte que nos había
llevado allí… Sí, esto de la revista también me dejó “k.o.”, ya que mientras en
la portada ponía claramente que era una revista para la carrera de la mujer y
lo repetía en las páginas interiores, el mensaje de los diferentes artículos
estaba en masculino. Ay…. el lenguaje visibiliza lo que se piensa.