Cerebro de hombre y cerebro de mujer

¿Cómo te suena ese título? Porque, aunque es triste, es cierto que es  el título de un epígrafe del tema de la asignatura de psicología de 2º de bachillerato. Concretamente, se encuentra en el tema  fundamentos biológicos de la conducta. De hecho, según el texto “los hombres y las mujeres no solo se diferencian por sus características físicas y psicológicas y por su función reproductora, sino que también difieren en sus capacidades mentales. Existen distintos estilos cognitivos por el hecho de ser hombre o mujer”. Y se quedan tan a gusto. 

Es increíble, como desde todos los focos, arremeten con la biología para establecer una estructura jerarquizada social, en la que las mujeres nos quedamos en un módico 2º plano. Así, parece que las diferencias biológicas nos asignan el estar más próximas a la naturaleza, mientras que parece ser que los hombres son más cercanos a la razón, la cultura y la producción. Es justo este el momento en que nos olvidamos que somos personas y que nuestra conducta resulta de la interacción entre la biología y el contexto psicosocial en el que nos desarrollamos y que dependiendo que funciones desarrollemos, nuestras capacidades, habilidades…. y

, en definitiva, nuestro desarrollo humano será eso, desarrollo. Si me limitas porque soy mujer, lo tendré más difícil que los hombres; si no me dejas acceder a la cultura, no me queda más lugar que el de la naturaleza.  Pero si  ocupo el lugar que, como persona, decida ocupar, seré lo que quiera ser. Y tú, hombre, también.

Imaginemos un mundo diferente, un mundo donde se premie una concepción identitaria igualitaria, es decir, imaginemos  que se no se jerarquizasen las identidades en binarios tipo mujer-hombre, donde el imaginario social no marcara diferencias entre sexos, ¿Qué se premiaría? ¿Qué se penalizaría? ¿Cómo serían las mujeres? ¿Cómo serían los hombres? Pues, en principio, las personas serían más libres. Pero, ¿Cómo puede conseguirse esto? Única y exclusivamente con una realidad social diferente, lo cual implica unas construcciones sociales y culturales distintas a las actuales. ¿Empezamos a cambiarlas?